lunes, 31 de marzo de 2008

Abogado del Diablo

El asesinato de Mary Luz es una tragedia poliédrica de la que todos podemos sacar enseñanzas. Los medios de información no se cansan de servirnos noticias sobre el asesino, la familia, la justicia, los políticos, etc.
Sobre la base del execrable crimen, inmoral e injustificable, se escuchan voces justicieras solicitando, con urgencia, medidas excepcionales. Listados y registros públicos, cadena perpetua, castración y, no se pide la pena de muerte porque resultaría contradictorio con la progresía que presumimos. En mi opinión todos estos aspavientos son el resultado de un vergonzosos sentimiento de culpa. Todos somos culpables y todos queremos lavarnos las manos.
Si focalizamos nuestra atención en el asesino, oscureciendo los demás hechos y datos, nos preguntaremos que ha hecho la sociedad (Del bienestar) por esta familia; una persona enfermiza y desviada, una esposa retrasada, hijos desamparados. Solo les hemos dado años de vida en la más absoluta ruina moral y económica. Les vemos mendigando una vivienda en la calle, les vemos como carne de juzgados, sin que ni siquiera se les presta la atención suficiente como para hacer que cumplan sus penas. Nos son presentado como escoria humana, pero olvidamos que son nuestra escoria. ¿Qué ha hecho la sociedad por ellos? ¿Y por tantos otros como ellos? NADA.
Todos somo culpables y el Gobierno y sus funcionarios fijos y super protegidos, los servicios sociales, deberían hacer un examen de conciencia en profundidad.
Otra cara de este poliedro dramático es el padre de la niña. Su compostura y racionalidad, su voz firme y serena, no parecen encajar en este asunto. Presumo que su serenidad y aceptación de la tragedia esta mediatizada por sus creencias religiosas, lo cual no me parece mal, en principio. Sin embargo, me choca tanto primer plano y la ausencia de criterio y opinión por parte de su esposa, la madre de la niña.
Otra cara del caso es la actuación de la Justicia. El Sr. Pacheco pasará a la posteridad por su contundente opinión de la Justicia Española ("La Justicia en España es un cachondeo") no por sus logros políticos en el Partido Andalucista (Creo que incluso fue condenado por desacato al expresar esta opinión). Pues bien, me adhiero a su expresiva definición. Si no estuviéramos hablando de un asesinato infantil, diría que es de risa. Diré más, es deleznable que funcionarios de justicia, administrativos, secretarios, jueces, abogados, bedeles y ordenanzas se consideren una casta superior con autoridad para mirar con desconsideración y desden, a todos aquellos que cruzan los arcos de seguridad de un juzgado, con una citación o causa a dirimir, como si se tratara de escoria social.
Si estuviéramos en los USA de la películas, un buen puñado de abogados carroñeros ya se habrían ofrecido a la familia para sacarle un buen puñado de millones al estado (Al 50 %, claro). No sé como será por aquí, pero dudo que tengamos abogados con los suficientes cojones para enfrentarse al cuerpo de Abogados del Estado. Habrá algunos expedientes, cambios de oficinas y despachos, se tramitará alguna indemnización y los culpables será camunflados en otros juzgados o servicios. Así es nuestro estado. El estado socialista. El estado del bienestar. Un estado de escribas y fariseos delante de una maquina de café.
Los medios informativos son otra cara de este caso. Me recuerdan aquellas gaseosas en sobrecitos de papel que agitadas en el agua se desbordaban y pasados unos instantes perdían el gas dejando un regusto a excipiente edulcorado. Aquí todo el mundo habla, todo el mundo opina, incluso pontifican, pero nadie hace nada. Solo ingresar el cheque de final de mes. Tenemos un cuarto poder fiel reflejo del gobierno. No son imparciales, simplemente corifeos indecentes.
Y, por último, Mary Luz. Ante tanta verborrea efervescente ¿Quien se acuerda de ella? pasa a ser un reseña nominal, como un lugar o una cosa. Sin embargo era una niña de cinco años, solo eso, nada mas. Un ángel. Para ti, cielo, una oración y unas lágrimas. Tu madre te recordará eternamente.

lunes, 3 de marzo de 2008

Votar a IU

A una semana de las Elecciones Generales solicito el voto para Izquierda Unida. Yo voy a votarles por primera vez. Ni siquiera he leído su programa, simplemente me gustaría que obtuvieran un gran resultado (Duplicar su número de escaños) con el fin de que pudieran dar un tirón hacia la izquierda de ramal socialista.
El PSOE cabalga a lomos de auto complacencia, sobre cifras macro-económicas falsas, fundamentadas en la especulación de la construcción. Unas cifras que, presumiblemente, como se han hinchado harán el viaje inverso. Es posible que, como un globo, no nos estallen en la cara, pero como dicen avezados analistas se irán desinflando, en un lustro, comiéndose nuestro esfuerzo y crecimiento futuro.
¿Por qué, si tan buen estado presenta nuestra economía, no nos hemos acercado a los países europeos: en productividad, en beneficios sociales, en salarios, vacaciones, etc.?
Nuestros precios si se homologan a Europa y la leche nos cuesta lo mismo que en Alemania, pero nuestros salarios no llegan a la mitad de ellos. Y nuestras pensiones, para que contar.
Nos vamos homologando también, para sonrojo socialista, en super millonarios, en defraudadores, especuladores refugiados en paraísos fiscales. Ellos esconden vergonzosamente los réditos de este crecimiento especulativo. Cuando vengan mal dadas, nosotros como siempre pagaremos los platos rotos.
No soy un votante esperanzado. No encuentro la solución, hay por el camino demasiados estómagos agradecidos. La política se a convertido en una casta a la que se accede desde el funcionariado y, desde luego, mienten cuando dicen que trabajan para la sociedad. No es verdad. Lo hacen, (es un decir que trabajan) para medrar para si mismos. ¿Y que coño hacen los sindicatos? Pues lo mismo, buscar un silloncito agradecido.
Hasta la Alcaldía del mas pequeño pueblo de nuestro país, esta contaminada por la política. No sirven al pueblo, sirven como esclavos a su partido, mendigando unas monedas o una recalificación que los coloque definitivamente.
¡Que Vds. sean felices! Y gane el menos malo. Nosotros seguiremos igual de jodidos que estamos.