martes, 29 de junio de 2010

Una huelga ¿salvaje?

¿Como tienen que ser las huelgas? ¿Pactadas? ¿Maquilladas?
Dice el Rae.- Huelga: Interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta.
¿Como debe ser una huelga de hambre? ¿con sanwich's de york y leche desnatada?
Esta sociedad es cada día mas egoista, solo nos importa nuestro propio bienestar (Si es que coger el metro a las 7 de la mañana para una jornada laboral de 9 hora por 900,-€ mes, es bienestar).
Nos estamos convirtiendo en modernos esclavos, por un puñado de mierda. Y encima contentos, criticando una huelga legitima y autentica, como debe ser.
Cada día hay mas desigualdad. Por un lado un capitalismo salvaje (Porque la huelga no ha de ser salvaje) fortunas pornográficas, especuladores con el sudor ajeno. Por otro lado clases medias en extinción, clase baja en aumento, pobres y excluidos socialmente por doquier. Y en medio una nueva casta de escribas y fariseos, haciendo el trabajo sucio al capital, por treinta monedas o algún adosado que otro.
A las clases trabajadoras solo nos queda un poder. El único poder que jamás podrán evitar. Nuestro número. Somos muchos. Somos la mayoría. ¿Que podemos hacer?
Podemos hacer huelgas salvajes. Podemos dejar de consumir, esto si que les duele en sus cuentas de resultados. A los escribas y fariseos siempre podremos darles una patada en las posaderas.
Por encima de todo debemos tener conciencia de clase, de clase trabajadora, con derechos y expectativas para nuestros hijos. ¡¡¡Ya esta bien!!! Alguien tiene que poner fin a esto.
No sé si me leerá algún catalán, ahora que el escriba Montilla llama a la movilización. Catalanes es el momento idóneo para darles la patada en el trasero. ¡¡No somos tontos!! Esa mierda de pasteleo que se traen con el estatuto no es mas que una maniobra de distracción. Centrémonos en lo que realmente nos afecta a nosotros, no nos equivoquemos, el rollo del estatut les afecta a ellos. Nuestra guerra esta en otro lado. No insisto, pero por favor piensen un poco, definan sus criterios y verán que si nos lo proponemos, podemos.

miércoles, 16 de junio de 2010

Decíamos ayer....

Mi primera andanada para los "halcones" de las ondas.
Oigo profusamente las "radios" y los oráculos económicos que diaria, y machaconamente, pontifican sobre la "crisis". Son buenos tiempos para estos colaboradores, abundan los temas a debate y se puede uno explayar en la opinión, sin riesgo a que la metedura de pata exceda a la del compañero. Al fin y al cabo, todo el mundo se equivoca en los pronósticos. Por otra parte, como son meros observadores y críticos de la noticia, tampoco se sienten concernidos en la busca de una solución posible. En resumen, como niños, chapotean en los charcos, pero con botas de pesca.

Vaya la segunda andanada para los sindicatos.
Estaban, tan felices, conniviendo con el primo Zumosol, que cuando a este le han dado una patada en sus partes, que lo ha doblado por la mitad y puesto mirando a Cuenca, se dan cuenta de que están solos y se ponen a toda prisa a reorganizar la pandilla. Los sindicatos actuales, los que disfrutamos, me la sudan. Los considero políticos de segunda con privilegios de primera. Claramente amortizables. ¿Solución? Sacarlos del presupuesto y si tienen huevos que se organicen sobre sus bases.

La tercera andanada, como no, para nuestros políticos.
No soy un experto en política, tampoco en Economía o en Derecho. Tan solo poseo una cultura media y un sentido común propio de los años vividos. Esto se veía venir, ustedes lo vieron venir y silbaron al viento, "madrecita que me quede como estoy". Solo nos queda esperar el desastre y sobre el desastre, volver a construir de nuevo. Ahora bien, a partir de estos instantes de rebajas de sueldos y congelaciones de pensiones, a aquel político que se le pillara con las manos en la caja, no digo paredón, pero sí veinte años de cárcel.

Guardo el resto de mi fuego para batallas venideras, pero les daré mi punto de vista.
Todo el mundo dice, aconseja, que no es el momento para una huelga general. ¡¡Coño!! ¿Que mas nos tienen que hacer a las clases medias - bajas, para que protestemos? Es el momento ideal para una Huelga General, con ladrillazo incluido al primer político o dirigente sindical que quiera instrumentalizarla en su favor.
El primer recorte de gasto debe venir de la reforma exhaustiva del Estado. Se impone un ERE de políticos, sindicalistas y agregados. Limpieza a fondo de asesores, enchufados, Fundaciones y Empresas Publicas. Reformas en la función pública, en la Judicatura, etc.
Es el momento ideal para adelgazar el Estado. Ya verán, quedaremos mas guapos y seremos mejor aceptados. A partir de este momento, si es necesario ya hablaremos de recortes sociales. Pero de momento, preparemos una bonita Huelga General, una que salga del alma, no de los despachos. Una huelga que conmueva y convenza, que exprese nuestro descontento y nuestro cabreo. Que las futuras vocaciones políticas de este país sepan a quien van a dirigir, que se preparen convenientemente para la función que pretenden.
Y a los políticos que nos han conducido al desastre, vayan haciendo mutis por el foro, en riguroso silencio y escondiendo, en la medida de los posible, sus vergüenzas.

lunes, 8 de febrero de 2010

La conversión de Saulo

De como un estulto, y socialista, fariseo ve la luz y se convierte en un new neocon en Washington. Aleluya, aleluya.
Siempre dije que puestos a escoger entre un político trincón y otro tonto, era preferible el primero. Este puede hacerte un roto, pero el segundo puede arruinar el país. Pero para qué ahondar mas en la herida. Es el momento de pagar los platos rotos.
No es tiempo de nuevas elecciones, ni mociones de ningún tipo. Por tonto que sea el Sr. Zapatero podemos estar seguros que sabe perfectamente los alcances de su política. Él debe solucionar el entuerto y hacer mutis por el foro. Él con la ayuda de su partido, una partido que será denostado y rechazado por lustros. Es el momento en que deben demostrar que realmente se trata de una organización política con capacidad para gobernar, no importan ya los nombres, ni los cargos, es el propio partido el que se juega su existencia, su proyección futura, su esencia social.
El pueblo gobernado, no es tonto (ni siquiera los votantes socialistas) y saben que les va a costar sudor y lagrimas pagar la factura. Pero, cuidado con esa factura, la casta política ha cometido demasiados desafueros y desmanes en el ejercicio de su función, como para que les sean perdonados gentilmente.
Limpien primero su casa los políticos, reduzcan sus costos a niveles comprensibles para la sociedad. Reduzcan su número (es fácil, prescindiendo de mangantes y conseguidores). Modifiquen la Constitución, la Ley Electoral, la Ley de la Función Pública, la Justicia, como ven hay faena. Si Vds. hacen todo esto, tal vez consigan la autoridad suficiente como para pedir sacrificios al pueblo. Mientras tanto, nos veremos en las barricadas. Entiendaseme.
Querido Presidente deseo qué, como Saulo fariseo entre fariseos, hayas visto la Luz en Washington y, si no convertido, al menos hayas aprendido algo.

Solo hay un poder, el dinero.

Democracia, ideologias, religiones... Entretenimiento para las masas, mientras el mundo se define día a día. Dinero. Dinero, dinero y... esclavos. Excesivos esclavos, demasiada mano de obra barata dispuesta a la esclavitud, al trabajo por sobrevivir, a pisarse mutuamente mientras el dinero exige "productividad" sin sonrojo y sin vergüenza. Largas colas de parados en busca de su cuenco de arroz, de la sopa boba, perdiendo autoestima y dignidad.
Ya sé que no pueden cambiar este sistema globalizado y deshumanizado, pero lo que es imperdonable es que se suban al carro y se conviertan en escribas colaboradores, dando legitimidad al sistema a cambio de su poltrona.

A mis lectores con un poco de curiosidad les recomendaría profundizaran en la historia de Haiti. ¿Como y porqué fueron los primeros en independizarse? ¿Porqué de su pobreza endémica?

miércoles, 3 de febrero de 2010

CLASES MEDIAS


Oigo normalmente “A Fondo”, casi todos los días. Es como una inmensa olla donde se cuecen, y recuecen, descontentos e insatisfacciones. Hay cosas que me gustan y otras no tanto. No me gustan los himnos y marchas militares en un programa donde debería reinar la palabra, la crítica, la controversia. La música militar azuza las pasiones mas irreflexivas. Una arenga, o soflama incendiaria, puede ser filtrada por el intelecto, pero la música es como un enorme soplillo que azuza directamente al corazón.

Confieso que apago el receptor a las primeras notas. Cuidado, no soy antimilitarista, es más, considero que uno de los problemas que sufre la juventud de hoy en día es la perdida del Servicio Militar Obligatorio. Habrá detractores que dirán que era una perdida de tiempo, de una interrupción en estudios, carrera o profesión. Pero hasta estos reconocerán que el paso de este “Rubicón” nos convertía de niños en hombres. Puede parecer una entelequia, pero una vez “lili” nos esperaba una vida cargada de responsabilidades. Hoy todos son hijos de papa hasta los cuarenta años. No son necesarios himnos, ni marchas, hace falta ideas, palabras, voluntad de cambio. Y aquí enlazo con algo que le oí a Enrique de Diego y que me gusta especialmente.

Todo el mundo se pregunta como revertir esta situación. ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Como organizarnos?

“Lobby”. Esa es la palabra. La correcta administración de la fuerza de nuestros votos, ese es el destino de Clases Medias.

En este país sobran políticos, profesionales y aficionados, servidores o advenedizos. No son necesarios más, por el contrario yo les daría una buena patada en el trasero a la inmensa mayoría. Tal vez fuese necesario un fuerte Partido Liberal, pero ese es un trabajo para lideres (Mario Conde, Pizarro, Vidal Cuadras….)

Clases Medias debe erigirse en un Lobby, con fuerza y potencia, para ser oído imprescindiblemente por todos los partidos con aspiraciones a ser algo en la vida política de este país. Debemos convertirnos en un “think tank” donde se cocine la conciencia cívica y política de este país.

Solo la fuerza de los votos puede generar el cambio. No seamos ilusos, ellos no se soltaran de la teta así como así y, el tiempo de la revoluciones sangrientas ya ha pasado, aunque alguno ya se merece una buena pedrada.

sábado, 9 de enero de 2010

Copialo, pasalo, imprimelo...

Hace días que no escribía. Confieso que cunde el desanimo, curado con un "que les den", pero un articulo de Oscar Molina, leido en Periodistadigital.com me devuelve la ilusión. Ojala sirva como catalizador de todas nuestras esperanzas. Copio y pego el citado articulo, como reconocimiento a la claridad con que expresa nuestro estado de animo y con el deseo de que llegue a todos los ciudadanos, incluidos los que viven del presupuesto.

Vivís de mi dinero.

"Paso fuera de mi casa y lejos de mi familia una media mensual de 360 horas (15 días completos), contribuyo al fisco con un 40% de mi salario; entre impuestos directos, indirectos, tasas obligatorias y demás gravámenes, trabajo más de la mitad del año para el Estado.

Pago un colegio a mis hijos, mientras financio un sistema de educación pública; me dejo un turrón en una póliza de sanidad privada, pero abono religiosamente mi correspondiente diezmo para que muchos puedan tener cuidados médicos.

De lo segundo no me quejo (a pesar de que nadie me lo reconozca) y de lo primero no me quejaría si no fuese porque la educación pública consiste en meter a los niños en fábricas de ignorantes donde sólo se hace hincapié en su adoctrinamiento en un conjunto de paridas sin sentido.

Muchos están peor que yo. Se levantan a las 6 de la mañana, vuelven a casa cuando sus hijos se van a la cama, conviven con la cotidiana amenaza de perder su trabajo y hacen encaje de bolillos para que el fruto de su sacrificio vital les permita llegar a fin de mes.

Y otros, de número creciente, están aún peor. Han perdido su trabajo y conservan escasas esperanzas de conseguir otro.

Todos, de alguna manera, ponemos un montón de dinero para que vosotros, que sois muchos, os alimentéis de nuestra pasta.

Porque vosotros, incompetentes ejecutivos de la nada, mediocres gobernantes de nuestro Estado central, vivís de nuestro dinero.

Sois parte un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que contáis con un ejército de asesores, viajáis en coche oficial y reserváis Clase Preferente en vuestros viajes privados, con mi dinero.

A cambio, resultáis totalmente incapaces de resolver nuestros problemas, no garantizáis nuestra seguridad ni dentro ni fuera de España, no nos protegéis del desempleo, ni prestáis servicio alguno.

Sólo se os ocurren normas para coartar nuestra libertad, para vigilarnos, atemorizarnos y decidir qué es bueno para nosotros.

Tomáis posesión de nuestra vida pública, privada y de nuestro dinero para complicarnos la vida, y parís normativas orientadas a seguir siendo necesarios, a no permitirnos deshaceros de vosotros.

Por si fuese poco, inventáis problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, legisláis para cuatro, y tenéis la jeta de pagar un sueldo a majaderas de manual sin el menor sentido el ridículo que nos hablan de "acontecimientos planetarios". Todo con mi dinero.

Vosotros, prebostes de alguno de los diecisiete gloriosos mini-estados autonómicos, también vivís de mi pasta. Unos subidos a cuentos imposibles como la fábula de Aitor, otros mitificando a unos segadores de hace cuatrocientos años.

Los demás, a rueda de éstos, os habéis montado un chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, patronatos, embajadas y demás máquinas de gastar. Con mi dinero, claro está.

Usáis la pasta que yo gano trabajando para fomentar la insolidaridad y sembrar el odio a España; reclamáis la parte que vuestros inverosímiles derechos históricos os adjudican para poder aumentar la pléyade de vuestros deudos, para comprar votos con empleos a dedo.

Vivís en la reivindicación permanente que haga andar a una bicicleta que se caería si parara. Vosotros, garrapatas, no resistiríais el mínimo ejercicio de competencia para la obtención de un puesto de trabajo en el ámbito privado, vuestro único mérito es haber medrado en la estructura de un partido político. Y ahora, vivís de mi dinero.

¿Y qué decir de vosotros? Sabandijas de los sindicatos de clase. Liberados del trabajo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber.

¿Cuántos sois? Sólo en Madrid, 3200; sólo en Madrid vuestro chollo nos sale a los contribuyentes por 77 millones de euros.

¿Para qué? Para que tengáis el uniforme, el mono o la bata sin estrenar. Para que viváis de una novela en la que sois los únicos personajes, porque no representáis a nadie, sin acudir a vuestro puesto de trabajo.

No tenéis afiliados, no defendéis nada, firmáis condiciones laborales de miedo para vuestros presuntos representados, cobráis un canon por los ERE´s, o lo que es lo mismo, sangráis al currito en concepto de "asesoramiento" cuando le ponen en la calle; os dedicáis a hacer política, calláis cuando miles de currantes pierden su empleo por no molestar a otros chupones de vuestra cuerda, y ejercéis la protesta asimétrica según quien gobierne.

No valéis para nada, no arregláis nada, no solucionáis nada, no defendéis a nadie, algunos habéis conseguido llevar tan lejos vuestros tejemanejes que acabáis de directivos en vuestras empresas...y vivís de mi pasta.

Y no me olvido de vosotros. Engreídos "creadores", apoteósicos mediocres del arte presunto, vividores del mérito subvencionado y subvencionable. Vosotros también vivís de mi pasta.

Os señaláis la ceja para apoyar sin disimulo a quien os ha puesto en casa, alimentáis vuestra vida regalada de mis impuestos, y además me insultáis.

Si no voto al partido que os gusta, podéis llamarme "hijo de puta"; si no comulgo con el Gobierno que os pone el pesebre pedís que se me encierre en un cinturón sanitario; si voto a quien no os mola, me llamáis asesino... todo eso después de que este hijo de puta, asesino y carne de sanidad progre os haya dado de comer con su dinero, a cambio de que produzcáis bodrios infumables que tratan de ganar una guerra 70 años después o que sólo sirven para que alguno pueda liberarse de sus complejos, algunos sexuales.

Habéis conseguido que todo hijo de vecino sea considerado delincuente preventivo y tenga que pagaros cada vez que se compra un teléfono móvil, una impresora, un ordenador... Habéis forzado la máquina de quien tanto os debe como para permitiros reclamar el tributo a quien se bautiza, hace la comunión, se casa o baila en la plaza del pueblo; cualquier día nos sangraréis en nuestro entierro. Vosotros, bucaneros de la creación de medio pelo, no venderíais ni uno sólo de vuestros estofados en el mercado privado, no conseguiríais financiación ni para la décima parte de vuestras piltrafas.

La inmensa mayoría de los que vivís de mi contribución y de sirlarme, no seríais capaces de engañar a un inversor para que sufragase las medianías que nos colocáis. Vivís del cuento, y encima os ponéis chulos mientras me metéis la mano en la cartera.

Firmáis manifiestos para los que no tenéis la menor legitimidad ni altura moral, y os auto designáis como el "mundo de la cultura"; entregáis rosas por la Paz a los asesinos, os vestís de palestinos entre playa y casino, y no tenéis una puñetera palabra para los que cayeron muertos de un tiro en la nuca, sin poder oler esas rosas que entregabais, mientras pagaban vuestros saraos y se retrataban cada vez que compraban un CD.

Todos vivís de mi pasta y sois muchos, cada vez más. Y nosotros cada vez menos."