Tras la constatación de la derrota, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, Vd. ha valorado la situación, atribuyendo el desastre a "causas estructurales" (programas, discursos y diseño de campañas), "causas coyunturales" ("en etapas de bonanza económica la consecución del cambio político es difícil" y "escasa participación". Según Vd., "el PP ha sabido movilizar con su discurso anti ETA y sobre la territorialidad. Mientras, el PSOE “no ha sabido o no ha podido hablar de las necesidades de la ciudadanía”).
Dice a continuación, “los ciudadanos en democracia nunca se equivocan, quienes se han equivocado hemos sido nosotros”, y “Madrid no es de derechas, hemos de trabajar más y mejor y tenemos que acertar en el discurso, en complicidad con la ciudadanía”. Sigue, "reafirma su voluntad y disposición para cumplir con todas sus responsabilidades ante nuestra organización, ante las instituciones madrileñas y ante los ciudadanos de esta comunidad". "No es el momento de espantadas, de abdicaciones ni de flojedades". Termina, "Ha sido un orgullo y una satisfacción haber sido el candidato a la presidencia en mayo y en octubre de 2003, y en 2007, pero creo que el Partido Socialista de Madrid tiene no sólo el derecho sino la obligación de contar con otro candidato en 2011".
En mi humilde opinión, este análisis, sencillo y escueto es real, y la persona que lo hace debe ser la mas capacitada para resolver la situación. Ningún carismático iluminado puede resolverlo, se trata de pura filosofía política y como tal hay que tratar el asunto.
Hay que convenir que el famoso "cinturón rojo", se ha convertido en un cinturón de "neo millonarios hipotecados, tienen un piso, tropecientas tarjetas de crédito, un coche de gama media-alta y tragan pizzas y hamburguesas de marca. Soy el primero en reconocer la dificultad de llevar filosofía política a este "vulgo", pero eso es la política. Vencer en este terreno pragmático, que solo desea gestores que no den problemas, es el verdadero atractivo de la política.
Voy a reconocerlo de nuevo. No vote, me abstuve cabreado por una política, para mí, incomprensible, pero Vd. Sr. Simancas, merece mi voto de confianza y deseo que se ponga a trabajar en ello. Lo de menos es salir en la cartelería, lo realmente importante es vencer en la cocina.
Un cordial saludo,
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