El juez tumba el plan de reforma del Estadio de la Romareda, en Zaragoza
Un juez anula la adjudicación de la nueva Romareda, que condena a mantener el viejo campo cuatro años.
La oposición exige dimisiones y habla del mayor varapalo judicial, pero PSOE y CHA recurrirán la sentencia.
"15/03/2007 JORGE ALONSO
Zaragoza no podrá estrenar estadio de fútbol, en el mejor de los casos, antes de cuatro años. Esta es la principal y directa consecuencia de la sentencia que anuló ayer todo el proceso de adjudicación de la nueva Romareda, dado que aún se deberá resolver el recurso anunciado por el ayuntamiento --lo que requerirá como mínimo dos años-- y después construirlo --otros dos años--. Además, el equipo municipal reiteró que dejará cualquier decisión al siguiente equipo de gobierno.
La notificación del fallo del juez de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Zaragoza, Javier Albar, no sorprendió a nadie. Las partes lo conocieron antes de comer y todos, oposición y gobierno, coincidieron en señalar que confirma los argumentos del auto de paralización de las obras, dictado hace casi un año con toda la logística preparada.
La dura sentencia entra en todo tipo de detalles a lo largo de sus 35 folios para concluir, poco menos, que el ayuntamiento hizo todo mal. Salvo en la argumentación del equipamiento comercial, dio la razón a todas las alegaciones presentadas por la oposición con una contundencia que no esperaban los gestores municipales.
NO HAY PRECIO CIERTO El juez Albar no cuestiona la figura de la permuta, por la que las contratistas --Acciona y Sacyr-- iban a construir el estadio a cambio de un solar para un edificio de servicios junto al campo, que también tenía bajos comerciales. Sin embargo, estima que no se fijó el precio del solar --llega a decir que es "arbitrario"-- porque está condicionado a un estudio de detalle posterior que podría variar los usos y con ello su valor. (Acciona y Sacyr, exigirán las correspondientes indemnizaciones que lógicamente pagaremos todos los aragoneses a prorrateo. Lo justo sería que las pagaran los inútiles que firmaron los acuerdos o sus compañías de seguros de responsabilidad civil)
La sentencia tampoco acepta que se hubiera justificado el uso de la permuta más allá del pago de la obra, un motivo que, a su juicio, es insuficiente. Al igual que hiciera en el auto de paralización de las obras, Javier Albar reitera que la adjudicación incumple la normativa sobre permuta y venta de bienes municipales porque, además de la citada indefinición del solar, no podría cambiarse "por una obra pública como un campo de fútbol destinado a la explotación por una sociedad anónima deportiva" (en referencia al Real Zaragoza).
El último argumento esgrimido por el juez para tumbar la nueva Romareda es el de la seguridad, al que no se hacía referencia en el auto. Albar hace caso omiso del informe favorable de Bomberos y sostiene que, con el Reglamento de Policía de Espectáculos en la mano, el estadio debería tener 214,34 metros libres a su alrededor y solo llega a sumar 170,5 metros, "muy lejos de lo previsto". (Mas incompetencia, imposible)
El estudio atropellado del documento produjo reacciones muy distintas en los partidos: muchas sonrisas en los cargos del PAR y del PP, porque se ratificaban todos sus argumentos, y caras serias en el PSOE y en Chunta, que no tuvieron empacho en acusar veladamente al juez de entrometerse en política en periodo preelectoral. Lo hizo el nacionalista Antonio Gaspar, edil de Urbanismo, que compareció junto al primer teniente de alcalde, el socialista Carlos Pérez Anadón, en la Casa Consistorial, tras las comparecencias de sus contrincantes.
DIMISIONES La oposición se mostró vehemente, aunque no se puso de acuerdo a la hora de pedir cabezas. Mientras el portavoz del PAR, Manuel Blasco, exigió la dimisión de Antonio Gaspar y del alcalde, Juan Alberto Belloch, ("No se merecen acabar la legislatura. Uno por malo y otro por admitirlo", dijo), su homólogo del PP, Domingo Buesa, pedía el cese "fulminante" de Gaspar y perdonaba a Belloch por "responsabilidad" ante la cita electoral.
Eso sí, el líder popular dijo que si no lo cesa, debería dimitir, algo que él habría hecho por decoro democrático nada más conocer la notificación: "Este es el varapalo judicial más importante a un alcalde en la historia de la democracia. Es un juez juzgado, un alcalde sentenciado y un gestor desautorizado".
Blasco, que compareció junto a su compañera Elena Allué y el secretario general de su partido, Alfredo Boné, pidió también la convocatoria de un pleno extraordinario para pactar un nuevo proyecto de estadio. Su iniciativa no logró el apoyo del PP ni del equipo de gobierno.
Frente a la euforia de la oposición, PSOE y CHA quisieron transmitir una imagen de tranquilidad. Pérez Anadón se mostró sarcástico, como quitando hierro al asunto porque, dijo, "no hay ninguna novedad jurídica ni política" respecto a lo adelantado en la suspensión cautelar. "El juez no nos ha defraudado", comentó con ironía.
El edil socialista contraatacó a la oposición, a la que acusó de torpedear cualquier iniciativa para que la ciudad no avance, argumento compartido por su socio.
Pérez Anadón optó por dejar que se explayara Antonio Gaspar, quien subrayó que la sentencia impedirá que la ciudad y su club de fútbol tenga nuevo estadio antes de cinco años. No pudo evitar cargar contra el juez, al que acusó de echar "leña al fuego" en precampaña, de tener una "concepción errónea de lo que es el urbanismo, la tramitación urbanística y del papel de los servicios jurídicos" y de cometer "errores de bulto que no se atienen a derecho". (Tiene todos los visos de ser una acusación de prevaricación)
El edil de Urbanismo dijo que tenía "absoluta tranquilidad" porque hizo "todo lo posible" para tener un campo de "primer nivel", cuyo futuro deja a la futura corporación. (Si eso es todo lo que puedes hacer, vas haciendo las maletas)
Las otras partes implicadas mantuvieron distintas posturas. Las adjudicatarias, Acciona y Sacyr, guardan silencio sepulcral (y se frotan las manos pensando en las indemnizaciones), mientras el club anunció que mañana hablará su presidente. No obstante, su vicepresidente, Manuel Teruel, reclamó ayer a través de este diario que el estadio no se convierta "en una pieza clave en las elecciones".
Un juez anula la adjudicación de la nueva Romareda, que condena a mantener el viejo campo cuatro años.
La oposición exige dimisiones y habla del mayor varapalo judicial, pero PSOE y CHA recurrirán la sentencia.
"15/03/2007 JORGE ALONSO
Zaragoza no podrá estrenar estadio de fútbol, en el mejor de los casos, antes de cuatro años. Esta es la principal y directa consecuencia de la sentencia que anuló ayer todo el proceso de adjudicación de la nueva Romareda, dado que aún se deberá resolver el recurso anunciado por el ayuntamiento --lo que requerirá como mínimo dos años-- y después construirlo --otros dos años--. Además, el equipo municipal reiteró que dejará cualquier decisión al siguiente equipo de gobierno.
La notificación del fallo del juez de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Zaragoza, Javier Albar, no sorprendió a nadie. Las partes lo conocieron antes de comer y todos, oposición y gobierno, coincidieron en señalar que confirma los argumentos del auto de paralización de las obras, dictado hace casi un año con toda la logística preparada.
La dura sentencia entra en todo tipo de detalles a lo largo de sus 35 folios para concluir, poco menos, que el ayuntamiento hizo todo mal. Salvo en la argumentación del equipamiento comercial, dio la razón a todas las alegaciones presentadas por la oposición con una contundencia que no esperaban los gestores municipales.
NO HAY PRECIO CIERTO El juez Albar no cuestiona la figura de la permuta, por la que las contratistas --Acciona y Sacyr-- iban a construir el estadio a cambio de un solar para un edificio de servicios junto al campo, que también tenía bajos comerciales. Sin embargo, estima que no se fijó el precio del solar --llega a decir que es "arbitrario"-- porque está condicionado a un estudio de detalle posterior que podría variar los usos y con ello su valor. (Acciona y Sacyr, exigirán las correspondientes indemnizaciones que lógicamente pagaremos todos los aragoneses a prorrateo. Lo justo sería que las pagaran los inútiles que firmaron los acuerdos o sus compañías de seguros de responsabilidad civil)
La sentencia tampoco acepta que se hubiera justificado el uso de la permuta más allá del pago de la obra, un motivo que, a su juicio, es insuficiente. Al igual que hiciera en el auto de paralización de las obras, Javier Albar reitera que la adjudicación incumple la normativa sobre permuta y venta de bienes municipales porque, además de la citada indefinición del solar, no podría cambiarse "por una obra pública como un campo de fútbol destinado a la explotación por una sociedad anónima deportiva" (en referencia al Real Zaragoza).
El último argumento esgrimido por el juez para tumbar la nueva Romareda es el de la seguridad, al que no se hacía referencia en el auto. Albar hace caso omiso del informe favorable de Bomberos y sostiene que, con el Reglamento de Policía de Espectáculos en la mano, el estadio debería tener 214,34 metros libres a su alrededor y solo llega a sumar 170,5 metros, "muy lejos de lo previsto". (Mas incompetencia, imposible)
El estudio atropellado del documento produjo reacciones muy distintas en los partidos: muchas sonrisas en los cargos del PAR y del PP, porque se ratificaban todos sus argumentos, y caras serias en el PSOE y en Chunta, que no tuvieron empacho en acusar veladamente al juez de entrometerse en política en periodo preelectoral. Lo hizo el nacionalista Antonio Gaspar, edil de Urbanismo, que compareció junto al primer teniente de alcalde, el socialista Carlos Pérez Anadón, en la Casa Consistorial, tras las comparecencias de sus contrincantes.
DIMISIONES La oposición se mostró vehemente, aunque no se puso de acuerdo a la hora de pedir cabezas. Mientras el portavoz del PAR, Manuel Blasco, exigió la dimisión de Antonio Gaspar y del alcalde, Juan Alberto Belloch, ("No se merecen acabar la legislatura. Uno por malo y otro por admitirlo", dijo), su homólogo del PP, Domingo Buesa, pedía el cese "fulminante" de Gaspar y perdonaba a Belloch por "responsabilidad" ante la cita electoral.
Eso sí, el líder popular dijo que si no lo cesa, debería dimitir, algo que él habría hecho por decoro democrático nada más conocer la notificación: "Este es el varapalo judicial más importante a un alcalde en la historia de la democracia. Es un juez juzgado, un alcalde sentenciado y un gestor desautorizado".
Blasco, que compareció junto a su compañera Elena Allué y el secretario general de su partido, Alfredo Boné, pidió también la convocatoria de un pleno extraordinario para pactar un nuevo proyecto de estadio. Su iniciativa no logró el apoyo del PP ni del equipo de gobierno.
Frente a la euforia de la oposición, PSOE y CHA quisieron transmitir una imagen de tranquilidad. Pérez Anadón se mostró sarcástico, como quitando hierro al asunto porque, dijo, "no hay ninguna novedad jurídica ni política" respecto a lo adelantado en la suspensión cautelar. "El juez no nos ha defraudado", comentó con ironía.
El edil socialista contraatacó a la oposición, a la que acusó de torpedear cualquier iniciativa para que la ciudad no avance, argumento compartido por su socio.
Pérez Anadón optó por dejar que se explayara Antonio Gaspar, quien subrayó que la sentencia impedirá que la ciudad y su club de fútbol tenga nuevo estadio antes de cinco años. No pudo evitar cargar contra el juez, al que acusó de echar "leña al fuego" en precampaña, de tener una "concepción errónea de lo que es el urbanismo, la tramitación urbanística y del papel de los servicios jurídicos" y de cometer "errores de bulto que no se atienen a derecho". (Tiene todos los visos de ser una acusación de prevaricación)
El edil de Urbanismo dijo que tenía "absoluta tranquilidad" porque hizo "todo lo posible" para tener un campo de "primer nivel", cuyo futuro deja a la futura corporación. (Si eso es todo lo que puedes hacer, vas haciendo las maletas)
Las otras partes implicadas mantuvieron distintas posturas. Las adjudicatarias, Acciona y Sacyr, guardan silencio sepulcral (y se frotan las manos pensando en las indemnizaciones), mientras el club anunció que mañana hablará su presidente. No obstante, su vicepresidente, Manuel Teruel, reclamó ayer a través de este diario que el estadio no se convierta "en una pieza clave en las elecciones".
-- Las acotaciones en cursiva azul, son de mi autoría.
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