Tóxicos.

Activos. Directivos. Políticos. Empresarios.

La toxina que ha contaminado nuestro globalizado mundo se llama, avaricia.

Una avaricia enfermiza. No tienen una explicación lógica ciertas fortunas de este país. No digamos a nivel Forbes. Vivimos un mundo absurdo y envenenado, llevamos una eternidad hablando del 0,7 PIB para ayudas a países subdesarrollados y no ha podido ser. El hambre y la desesperación cubre una gran parte de nuestro mundo y nosotros lo arreglamos con guerras. Guerras pagadas a crédito, guerras que terminamos pagando todos nosotros.

¿Vd. tuvo suerte? ¿Le concedieron una hipoteca y pudo comprar su adosado? Pues enhorabuena. Que sea muy feliz en sus dos metros cuadrados de jardín, porque va a pagar su casa, los desmanes de ejecutivos locos de avaricia y los platos rotos de este mundo de mierda.

No tienen bastante con todo el dinero del mundo. Van a poner en marcha la maquinita de hacer billetes y se van a conceder un crédito que tendrá que pagar Vd. también, y sus hijos en el futuro. En mi opinión, los esclavos que levantaron la pirámides eran mas libres que nosotros.

Analicen. Hipotecados y condenados al trabajo de por vida. Infelices, incapaces del consumo que nos ofertan, a la greña con la parienta. Ni siquiera podemos divorciarnos. El panorama es de locos. Pero, nos lo hemos ganado a pulso. Nos lo merecemos, también estamos tóxicos, somos avariciosos miserables. Nos hemos dejado manipular, sin levantar la voz, tragando mierda o pantallas de plasma. Nos merecemos lo que pasa.

Según el Informe de Alberto Recarte (Que pueden leer integro en Libertad Digital.es), el conjunto patrimonial de las entidades financieras españolas era, al 2007, de 174.922 millones de Euros.

Los créditos concedidos eran de 943.086 millones de Euros. (153.453 Millones para la Construcción y 303.514 millones para Actividades Inmobiliarias).

Preparense porque, nuestra Banca sera excelente, pero seguro que nos van a pedir algo. Los números no cuadran, y las expectativas, menos.

¿Por cierto? Si uno tiene 174.922 y presta a terceros 943.086 es que alguien nos ha prestado la diferencia. ¿Y habrá que devolverlo, claro? ¿Quien? ¿Martinsa-Fadesa? ¿Yo? ¿Quien?

Si he de ser yo, mañana pondré mis condiciones.

Au revoir,