martes, 2 de octubre de 2007

Carta a Victor Manuel

Siento una gran admiración por Victor Manuel. Somos coetáneos. El mayo del 68 nos impregno de progresismo y rebeldía, las social democracias nórdicas marcaron el camino de nuestras ideas sociales. El se enamoró de Ana Belén, y yo, platónicamente de Fraçoise Hardy. Ambos rellenamos nuestro ocio con guitarras y letras en un tiempo asfixiante y pobre, donde solo el entusiasmo juvenil podía hacer maravillosas aquellas primeras guitarras eléctricas Jomadi (Las fabricaba un tal Jose María Dieguez, de Bilbao), sonaban de pena, pero calmaban nuestros sueños mientras esperábamos el triunfo y las Fender.
El triunfo no les llega a todos, pero los sueños impregnan toda una vida. Ahí, estamos a la par.
Luego, los años nos serenan y la vida nos va educando. Tenemos algo mas en común. Ambos somos cocinicas y nos gusta la buena cocina, elaborarla y degustarla. Un buen plato, una copa de buen vino tinto, la serenidad de una pareja amada, una tarde de pasión refrescada por un buen cava. ¡Claro que tu tienes a Ana........!
Pero no te envidio, tan solo te admiro. Admiro tu sinceridad e ideas sociales. Tu agnosticismo, poder llamar hijo de puta a los hijos de puta. Eso es tomar partido, si señor. Me adhiero, considérame en tu equipo y ojala pudiéramos conseguir uno con el suficiente poder para intervenir en ciertos asuntos políticos.
Yo me siento huérfano de lideres. Tal vez tu pudieras ser uno de ellos.

1 comentario:

Tote dijo...

Comparto lo que dices. Tù me tienes a mi... te parece poco?