lunes, 8 de septiembre de 2008

Perdonen la ausencia

No se debe, mi ausencia, a exceso de trabajo. Tampoco, a enfermedad, viajes o causa importante. Simplemente es desidia. Mala leche. Siempre me he declarado socialista, pero llegó el momento de abjurar o elegir un silencio culpable y refugiarme en un rincón.
Hace apenas un año eramos todos millonarios, hoy el desempleo y los embargos planean sobre nuestras cabezas. Eramos gilipollas entonces y lo seguimos siendo hoy, esto no cambiará.
¿Que coño hacen los sindicatos? Yo les diré. Miles de elementos, liberados, que no dan ni golpe y viven como políticos. Nueva casta de funcionarios que dan cursos de Excel, Power Point, Merchandaising y pavadas varias y que aspiran a la nomenclatura. Miles de millones de nuestros impuestos para estomagos agradecidos y dóciles.
¿Qué leches hacen los políticos? Medrar, conspirar, tirar de Visa, de coche oficial, de Notebook, Palm e iPhone, cuando apenas saben manejar el mando de la tele. Entre lo que cobran, lo que malgastan y sus meteduras de pata, nos cuestan un riñón.
¿Y nuestra prócer clase empresarial? Ahora que ya todos tienen BMW's, yates, incluso aviones y mansiones, ahora toca llamar a la puerta del estado: menos impuestos, flexibilizar el mercado de trabajo, congelación salarial... o crecerá el desempleo. Deshonesto chantage, deshonesto país y deshonestos políticos.
Escribo desde Zaragoza. La Expo va acabar triunfando (Con pesetas, chuflainas - decía mi abuela), la ciudad ha mejorado mucho (apliquese el mismo dicho), los zaragozanos, despertamos de un sueño (mejor echamos una cabezadita mas y lo dejamos para después del Pilar) y nos preguntamos ¿Y ahora, quien va a pagar todo esto?
Iba a abjurar de mi socialismo, descontento y desilusionado con un gobierno que no sabe por donde le viene el aire. Pero es igual, el país mas capitalista del mundo, USA, marca el camino:
Beneficios privados, las perdidas hay que socializarlas. El que tiene, cada día tendrá más y los que no tenemos, podemos seguir actuando como borregos gilipollas o abjurar de nuestros compromisos fiscales, sociales, políticos, etc. en definitiva hacernos, definitivamente, insolventes e ir metiendo por ahi los puros que podamos, al tiempo que solicitamos del estado protector nuestros derechos constitucionales, empleo, vivienda, salud, etc.. Al fin y al cabo es el ejemplo que recibimos día a día.

No hay comentarios: