
La Alta Cocina y la Alta Moda textil, corren caminos paralelos. Sus oficiantes aparecen como gurús revestidos de genialidad y una pizca de extravagancia. Sus platos, sus obras parecen ser elaboradas para la vista, para la cámara fotográfica.
No cabe duda que se trata de una industria que genera, como la moda, importantes valores añadidos, en prestigio y modernidad.
No cabe duda que se trata de una industria que genera, como la moda, importantes valores añadidos, en prestigio y modernidad.
Anoche, en el restaurante LA BROCHE, se iniciaba la quinta edición con una cena de bienvenida a la prensa. Ejercieron de oficiantes, femeninos en este caso, Elena Arzak, digna sucesora de la genialidad gastronómica donostiarra; Valeria Piccini, llega desde la Toscana, con sus inmejorables productos y su cocina aérea y sabrosa; Desde París, Fatema Hal demostrará el potencial de la cocina norte africana y pondrá el dulce final Keiko Nagae.
Ya el lunes, organizado por Promperú, en "El Chaflán", Gastón Acurio se encargara del almuerzo. Acurio, mas que un cocinero es un ejecutivo que viaja incansablemente creando franquicias por todo el mundo. Los inversores le quieren, su producto es el éxito y sus restaurantes facturan millones de dolares. El lunes comienzan los negocios de la cocina.

Les prometo un nuevo articulo al vencimiento de este suceso gastronómico, donde evaluaremos sus resultados prácticos.
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