sábado, 10 de febrero de 2007

Elena Salgado, sí tiene mi voto

Con su «guerra del vino», Elena Salgado se enfrenta a todo el mundo viticultores, médicos, presidentes regionales, ministros y al propio Zapatero.
Es comprensible la oposición de viticultores y cerveceros, también la de políticos de hoy para mañana, que solo piensan en sus votos mas inmediatos. Pero, en un país donde clamamos continuamente contra el "botellón" de nuestros jóvenes, donde las urgencias hospitalarias se llenan cada fin de semana de comas etílicos, donde todo el mundo es consciente del problema que supone el alcohol para nuestros jóvenes; que aquí, los médicos le den la espalda y se laven las manos como Pilatos, que la sociedad se calle como putas cogidas en falta y que cuatro discursos de escuela primaria de Marketing apelando a nuestra tradición, economía, gastronomía, etc. etc. puedan echar para atrás una Ley como la que pretende sacar para delante la Ministra de Salud y Bienestar, es para que nos pongan de cara a la pared y nos den por allí, por donde pensamos.
Todos alabamos los buenos resultados de su Ley Antitabaco. ¡Por Dios! ¡Si parece que es la única que trabaja! ¡En que estamos pensando!
Pasaron los tiempos donde se retribuía con sal y vino a las legiones para que se dejaran matar en las batallas (No estoy tan seguro de esto) de hay lo de vino peleón.
El vino, además, es un componente discriminatorio en la sociedad. "Garrafa de plástico 5 litros vino cosechero 4,50 €" en la base, es lo que bebe el pueblo. En la cúspide "Pingus 1997", o 1999, o 2000 (Joder con los Pingus, todos son buenos) Botella 750 cl. Precio 950'- € Imaginense quien bebe este vino y la calidad de su estomago. Imaginense también la poca vergüenza del sujeto en cuestión y comprenda por qué la batalla contra la Ministra de Salud.
Señora Ministra, echele como hasta ahora y a por ellos que son unos flojos.

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