sábado, 30 de diciembre de 2006

Esperanzas infundadas


Sr. Presidente, gobierne. Tiene nuestros votos y el poder para hacerlo, en su momento le reelegiremos o le daremos una patada en el trasero. Tiene que saber algo, la paz no es una carrera entre partidos, la paz es un anhelo de todos los españoles y seremos los españoles quienes la logremos. Nadie podrá apropiarsela en su beneficio, ni Vds., ni sus oponentes. Con esta premisa, le ordenamos que gobierne este país, un país democrático, un estado de derecho, donde se persigue implacablemente a los delincuentes y no se negocia con chantagistas y terroristas. Tenga los ojos, y los oídos, bien abiertos, no desaproveche ninguna oportunidad, pero atengase a las leyes que Vds. mismos han votado.
El señor Otegui, puede decir misa, pero en su caserío, nunca en una tribuna publica. Es mas, si habla en nombre de Eta, que sea detenido por sus responsabilidades en el atentado, y si se desvincula, que deje de hacer el chorras y se vuelva al pueblo.
Esas asociaciones de victimas politizadas y partidistas, dejen de meterse en la politica, reclamen sus derechos como tales, pero dejen la politica y la justicia para los representantes elegidos. Y nunca, nunca reclamen venganza, eso las desautoriza y denigra. Su grito deberia ser "Ni un muerto mas"
El Gobierno vasco, que se deje de incongruencias y defina su postura de una vez. Todo el mundo desea que el proceso de paz siga abierto. Vale. Pero cuando tengamos un interlocutor con garantía, mientras tanto, el que cojamos, al trullo.
Dejemos de contemporizar, ellos lo han hecho, y ejerzamos con toda su fuerza la ley. Sea firme Sr. Zapatero, ahora mas que nunca. Su reelección depende mas de sus aptitud, que de los resultados de este proceso envenenado.
Por último, parece ser que hay dos desaparecidos y varios heridos. Las personas desaparecidas son ecuatorianos, tristes victimas de un conflicto que ni les va ni les viene. Les debemos una reparación, sus asesinos deben pagar por su crimen. Prioridad absoluta.

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